Se le dice henna a la planta Lawsonia Inermis, que crece en lugares de clima cálido como Asia, África y Medio Oriente. Sus hojas son recolectadas, secadas, molidas y tamizadas para convertirlas en un polvo verdoso que mezclado con aceites esenciales, limón y otros ingredientes, se convierte en un material natural que tiñe la piel por medio de su absorción.